El Papa Benedicto XVI visita este fin de semana Barcelona y Santiago de Compostela. Una visita que está provocando las primeras manifestaciones en contra de su paso por nuesto país. Hablamos con el conselleiro de Presidencia de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, del coste económico de esta visita. Dice que se han previsto tres millones de euros en gastos de forma austera y que se van a dar a conocer a los gallegos la próxima semana. Explica que al ser un Año Santo los beneficos económicos parece que van a ser buenos sobre todo en el sector turístico. Por otro lado hemos charlado con Antonio Duato, teólogo y fundador de Atrio.org y editor de la revista Iglesia Viva, sobre el valor moral de la estancia del Pontífice en España. Cree que si tiene un gran valor moral, pero no piensa que surjan más creyentes. Dice que el efecto va a ser el contrario, que es un espectáculo mediático. Señala que la fe va por otros senderos y otros contagios, oyendo y escuchando a la gente (04/11/10).
"La visita del Papa a Valencia costó 20 millones de euros y ni el ayuntamiento ni la Generalitat dieron cuenta de en que se gastó el dinero, fué verdaderamente de escándalo. No creo que esto produzca más creyentes, más bien al contrario.
La Iglesia no pasa por su mejor momento y si lo que quieren hacer con estos viajes es dar un empujón a una evangelización de Occidente están profundamente equivocados, lo primero que tendrían que hacer es escuchar a la secularización de la sociedad por el avance técnico, por la autonomía que van adquieriendo todos, por la autonomía de la mujer. No se la puede convencer queriendo volver a una cultura católica, de catecismo, por muchos viajes que hagan. La fe va por otros senderos, por otros contagios, por imitación del estilo de Jesús, oyendo a la gente, comprendiendo a la gente, estando con todos, incluyendo a todos en el mensaje salvador de Jesús, incluyendo no excluyendo, no rechazando a mujeres por ser mujeres que no puedan ocupar puestos de responsabilidad en la Iglesia, no rechazando a gays o lesbianas, no rechazando a gente que quiere amarse de otra manera a la que se ha concebido historicamente en la Iglesia. Mientras no se cambie de actitud no podrá hacerse evangelización de Occidente.
La visita del Papa genera ilusión entre los fieles que son fanáticos y adeptos. Celebran 2 cosas, ilusión por el Papa (Papolatría) a veces motivo también de crítica al párroco que tienen, motivo de aburrimiento en la misa los domingos, no genera ganas, quieren espectáculo, que no se sabe que es, pero que viene por primera vez, como el coche de los americanos en Bienvenido Mister Marshall, ya ha pasado, ya se ha ido, y ahora qué?
Yo experimenté esto en Valencia hace cuatro años, estuve en las calles para el Congreso Mundial de Las Familias, y vi que no, puede provocar en la gente expectativa e ilusión, pero como un gran espectáculo mediático, despues no deja ningún poso de verdadera relidiosidad ni de acercamiento mayor a la vida de sus parroquias ni a las actividades de Cáritas ni a todas esas cosas que son el verdadero cristianismo".
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