No hay marcha atrás. La UE no devolverá los cuatro millones de euros con los que sancionó en 2007 a España a cuenta de las irregularidades que encontró en el tomate extremeño. Así lo decide el Tribunal General de la Unión Europea, que ha desestimado el recurso que había presentado el Gobierno español. Todo comenzó en 2004, cuando en una inspección los funcionarios comunitarios comprobaron que los inspectores nacionales solamente trabajaban de ocho de la mañana a siete de la tarde. Como es sabido, durante la campaña las industrias de transformación funcionan las 24 horas del día. También se dieron cuenta de que los inspectores hispanos no cotejaban los registros y la contabilidad oficial. Para castigar estas irregularidades, el Ejecutivo comunitario decidió en 2007 excluir de la financiación comunitaria la cantidad de 4 millones de euros, correspondiente al 5% de los gastos declarados por las autoridades españolas respecto de la producción de productos transformados a base de tomates para los ejercicios 2003 y 2004, recoge Europa Press.
El tomate para industria se rige por un sistema de ayudas a la transformación. Es decir, Bruselas paga un dinero por cada kilo que los agricultores entregan en la industria.
España solicitó al Tribunal que anulara la decisión de Bruselas alegando la inexistencia de las irregularidades invocadas por la Comisión y de forma subsidiaria, el carácter desproporcionado de dicha corrección. En su sentencia el Tribunal desestima el recurso del Reino de España y confirma la corrección de financiación impuesta por la Comisión.
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