Se celebra en estos días la romería del Rocío. En el año 1980 el director sevillano Fernando Ruiz Vergara realizó un impresionante documental que con el título de "Rocío" , en el que analiza el fenómeno religioso que se repite cada año y que finaliza con la liberación de la figura de la virgen.
El documental fue censurado en el año 1980, por un delito contra el honor de uno de los miembros de la Hermandad del Rocío que en el inicio de la guerra civil capitaneó una banda de pistoleros falangistas que asesino a decenas de civiles de Almonte (el pueblo onubense donde "habita" la figura de la virgen).
El director de la película, como consecuencia de la sentencia, dejó de vivir en España y no volvió a rodar ninguna película más después de esta obra maestra. Desde entonces vive en Portugal, donde ha atravesado serios problemas económicos.
Os enviamos el enlace de la película, que se puede ver en internet, y un artículo del antropólogo Ángel del Río en el que se explica la "romería" judicial que padecieron el director y su documental.
http://video.google.com/videoplay?docid=7324875502166204861#
Se trata de un documental que explica un fenómeno cultural como el de la romería del Rocío y que ayuda a entender las raíces de la cultura española.
El documental fue censurado en el año 1980, por un delito contra el honor de uno de los miembros de la Hermandad del Rocío que en el inicio de la guerra civil capitaneó una banda de pistoleros falangistas que asesino a decenas de civiles de Almonte (el pueblo onubense donde "habita" la figura de la virgen).
El director de la película, como consecuencia de la sentencia, dejó de vivir en España y no volvió a rodar ninguna película más después de esta obra maestra. Desde entonces vive en Portugal, donde ha atravesado serios problemas económicos.
Os enviamos el enlace de la película, que se puede ver en internet, y un artículo del antropólogo Ángel del Río en el que se explica la "romería" judicial que padecieron el director y su documental.
http://video.google.com/videoplay?docid=7324875502166204861#
Fuente: Página en Facebook de AMIGOS DE LA ASOCIACION RECUPERACION MEMORIA HISTORICA EXTREMADURA-ARMHEX
También habló de esto Fernando Santiago en un artículo publicado por El País el 23/04/2007 titulado:
Este tema fue comentado por el periódico CNT en 2005 y en 2007 http://www.cntvalladolid.es/spip.php?article827 y http://www.periodicocnt.org/312may2005/25/ donde podemos encontrar el siguiente artículo:
Quizás no sean muchos los lectores que recuerden el escándalo que levantó a comienzos de los años ochenta del siglo pasado la película Rocío. Un documental realizado por Fernando Ruiz Vergara que tiene el triste honor de figurar entre las obras censuradas por orden judicial. Su proyección en los cines se vio interrumpida por la denuncia que una familia de Almonte (Huelva), municipio donde se celebra la romería que da nombre al filme, interpuso contra el director, la guionista y la persona que describía cómo y quienes ejercieron la represión golpista en 1936. El resultado fue la condena del realizador, su salida del país y la mutilación de la película en más de un minuto. Corte que si bien en un principio era sustituido por un cartelón en el que, con fondo negro se indicaba la supresión de las imágenes, a medida que pasó el tiempo fue también eliminado. De esta forma, la censura alcanzaba, como las tropas del general Franco, sus últimos objetivos: no dejar constancia siquiera de su existencia.
Ahora, con el resurgir de lo que se denomina la "recuperación de la memoria histórica", no sólo se exhuman fosas, a pesar del evidente desagrado de la administración, sea socialista o popular, o se tratan cuestiones, como la existencia del trabajo esclavo en la España franquista, tal como en la Alemania nazi. También reaparecen vestigios de esa memoria olvidada de la Transición. Es el caso de Rocío. Una película que vio rota su exitosa trayectoria de público y que es símbolo tanto de lo que en esos años se llamaba el "nuevo cine andaluz" como de los límites de la monarquía parlamentaria que ha sucedido de la dictadura. Tras el escándalo, el secuestro, el juicio y la condena el filme desapareció de la cartelera y sólo en contadas ocasiones ha sido visto en alguna emisión televisiva o en circuitos especializados. Como hace unas semanas ha ocurrido en unas Jornadas celebradas, precisamente en Huelva, por la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Proyección que no tuvo lugar sin que los organizadores tuvieran que soportar todo tipo de presiones de sectores integristas que veían en ella un ataque al culto y veneración de la imagen de la virgen del Rocío.
Rocío es una obra en la que se aprecian las formas y el contexto del momento en el que se rodó.
Como tampoco se puede olvidar que su condena se produjo bajo la influencia del golpe militar de febrero de 1981. Junto a las explicaciones antropológicas de un joven Isidoro Moreno, hoy cátedro universitario de la disciplina, aparece la impagable intervención de quien fue alcalde de Sevilla y también cátedro universitario Antonio Hernández Díaz dando toda una lección de cómo se mutilaban las imágenes a conveniencia de las necesidades devocionales. Además es una película histórica. En el sentido de que explica de forma clara y concisa no sólo el origen del culto sino también la evolución de la romería que tanto auge ha tenido durante estas últimas décadas. Pero sobre todo es una obra que plantea una serie de interrogantes. Un par de ellos. Uno, el destino de los enormes flujos monetarios que mueve y su incidencia en la vida de los habitantes de Almonte. Otro, su utilización para afianzar el sistema clasista capitalista.
En cualquier caso es una película que todavía hoy emociona y sorprende. No deja indiferente. Ni siquiera en el lamentable estado en que se proyectó. De un lado es un ejemplo heroico de las dificultades en las que se movieron los movimientos de recuperación de la memoria de esos años.
De otro, sobre todo, es una muestra de la necesidad de empezar a "recuperar" la memoria de la Transición española. Hoy todavía es posible, dentro de unas décadas pasarán a engrosar la lista de las banderas a levantar para poner en su sitio las explicaciones oficiales que otorgan un papel cardinal a las actitudes visionarias de unos dirigentes políticos en pizarras escolares francesas o a la heroicidad de un rey. No hay que olvidar que cinco lustros más tarde la proyección de Rocío se realizó con la copia censurada y la presencia vigilante de abogados.
Ahora, con el resurgir de lo que se denomina la "recuperación de la memoria histórica", no sólo se exhuman fosas, a pesar del evidente desagrado de la administración, sea socialista o popular, o se tratan cuestiones, como la existencia del trabajo esclavo en la España franquista, tal como en la Alemania nazi. También reaparecen vestigios de esa memoria olvidada de la Transición. Es el caso de Rocío. Una película que vio rota su exitosa trayectoria de público y que es símbolo tanto de lo que en esos años se llamaba el "nuevo cine andaluz" como de los límites de la monarquía parlamentaria que ha sucedido de la dictadura. Tras el escándalo, el secuestro, el juicio y la condena el filme desapareció de la cartelera y sólo en contadas ocasiones ha sido visto en alguna emisión televisiva o en circuitos especializados. Como hace unas semanas ha ocurrido en unas Jornadas celebradas, precisamente en Huelva, por la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Proyección que no tuvo lugar sin que los organizadores tuvieran que soportar todo tipo de presiones de sectores integristas que veían en ella un ataque al culto y veneración de la imagen de la virgen del Rocío.
Rocío es una obra en la que se aprecian las formas y el contexto del momento en el que se rodó.
Como tampoco se puede olvidar que su condena se produjo bajo la influencia del golpe militar de febrero de 1981. Junto a las explicaciones antropológicas de un joven Isidoro Moreno, hoy cátedro universitario de la disciplina, aparece la impagable intervención de quien fue alcalde de Sevilla y también cátedro universitario Antonio Hernández Díaz dando toda una lección de cómo se mutilaban las imágenes a conveniencia de las necesidades devocionales. Además es una película histórica. En el sentido de que explica de forma clara y concisa no sólo el origen del culto sino también la evolución de la romería que tanto auge ha tenido durante estas últimas décadas. Pero sobre todo es una obra que plantea una serie de interrogantes. Un par de ellos. Uno, el destino de los enormes flujos monetarios que mueve y su incidencia en la vida de los habitantes de Almonte. Otro, su utilización para afianzar el sistema clasista capitalista.
En cualquier caso es una película que todavía hoy emociona y sorprende. No deja indiferente. Ni siquiera en el lamentable estado en que se proyectó. De un lado es un ejemplo heroico de las dificultades en las que se movieron los movimientos de recuperación de la memoria de esos años.
De otro, sobre todo, es una muestra de la necesidad de empezar a "recuperar" la memoria de la Transición española. Hoy todavía es posible, dentro de unas décadas pasarán a engrosar la lista de las banderas a levantar para poner en su sitio las explicaciones oficiales que otorgan un papel cardinal a las actitudes visionarias de unos dirigentes políticos en pizarras escolares francesas o a la heroicidad de un rey. No hay que olvidar que cinco lustros más tarde la proyección de Rocío se realizó con la copia censurada y la presencia vigilante de abogados.
También habló de esto Fernando Santiago en un artículo publicado por El País el 23/04/2007 titulado:
La derecha rociera
FERNANDO SANTIAGO 23/04/2007
http://www.elpais.com/articulo/andalucia/derecha/rociera/elpepuespand/20070423elpand_8/Tes
http://www.elpais.com/articulo/andalucia/derecha/rociera/elpepuespand/20070423elpand_8/Tes
Ando estos días la mar de preocupado por el impacto que va a tener en las elecciones municipales la romería del Rocío. Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero, al decir de Santa Teresa. No me explico cómo un gobierno responsable puede poner las elecciones municipales el 27 de mayo, cuando está media Andalucía reunida en la aldea almonteña. Debe ser que como todo el mundo sabe es un gobierno de ateos que no tienen en cuenta las creencias más profundas de los españoles porque no creen en España. Encima, el Presidente Chaves no manda nada, carece de la influencia necesaria y no tiene el carpetovetónico par que hace falta para imponer puntos de vista. Así que el mismo día que los ciudadanos elegimos a nuestros alcaldes, la gente estará pendiente de la Blanca Paloma. Por un lado, la devoción a la Señora de las Marismas y por otro el deber cívico para con nuestros pueblos y ciudades ¿qué será primero? Los partidos han redoblado sus esfuerzos para conseguir que los rocieros cumplan con su devoción mariana y su obligación cívica. Según dicen, va a haber más de un millón de personas en el Rocío el día 27 de mayo. Alguien tendrá que explicar la cuenta siguiendo la norma de este mismo periódico, que detalla con precisión cómo cuenta a los manifestantes. Al parecer, los romeros son tantos que los partidos se han lanzado a una campaña para conseguir el voto por correo de estos devotos peregrinos. En este tema el PP tiene unos conocimientos por encima de los demás. Me parece a mí que el resto de partidos le va a la zaga y no van a conseguir lo mismo en comparación con la experiencia y la profesionalidad que tienen los populares. Véase Melilla. Ahora bien, tengo para mí que los partidos de izquierda son de una ingenuidad y una inocencia dignas de mejor causa. El Rocío es de derechas, con todo lo injusto que puede ser generalizar. No digo que ese millón de andaluces sean del PP por completo, pero me malicio yo que si fuera posible poner una urna en la aldea el PP arrasaría, casi como si se tratase de una mesa electoral de Los Remedios. Claro que la izquierda tendría algunos votos, hasta ahí podíamos llegar, pero sería tan testimonial que me parece a mí un despilfarro dedicar esfuerzos con las hermandades para promover el voto por correo. Antiguamente la izquierda iba a las zonas de emigrantes para recabar el voto: los temporeros de la fresa o de las aceitunas, por poner un ejemplo, hace años lleno de jornaleros de la sierra de Cádiz. Pero ahora en esos sitios trabajan mujeres marroquíes o rumanas, inmigrantes más o menos clandestinos del África subsahariana y gentes venidas de muy lejos. Ya no tienen que ir los agentes electorales de la izquierda a los lugares de trabajo de los temporeros porque la gente que allí trabaja no puede votar.
El hecho de que el Rocío es un asunto de derechas lo demuestra que en 2007 el documental Rocío, de Fernando Ruiz Vergara, sigue siendo semiclandestino. Cuando se estrenó, en 1980, fue una brisa fresca en el audiovisual español. Un grupo de gente que no tenía miedo de los poderosos ni de los mitos y se atrevía a llamar a las cosas por su nombre. Fue un documental extraordinario, donde se explicaban las relaciones de las hermandades, sobre todo de la hermandad matriz de Almonte, con el golpe de estado del 18 de julio de 1936 y con el fusilamiento de líderes políticos de los partidos fieles a la república. También contaba el documental la manera en que recaudan dinero las hermandades y el entramado económico que es la romería del Rocío. Con todo lujo de detalles, incluido algún plano metafórico del señorito a caballo que avasalla a un currito a pié. Aquello fue demasiado para una sociedad donde la democracia estaba en pañales. El documental fue censurado por orden judicial, se le mutiló una escena y se ha hecho el silencio sobre su contenido. El autor fue condenado a dos años de cárcel y a una multa de 10 millones de pesetas de las de entonces. Eso es el Rocío, que no se llamen a engaño los partidos de la izquierda.
Un saludo.
El hecho de que el Rocío es un asunto de derechas lo demuestra que en 2007 el documental Rocío, de Fernando Ruiz Vergara, sigue siendo semiclandestino. Cuando se estrenó, en 1980, fue una brisa fresca en el audiovisual español. Un grupo de gente que no tenía miedo de los poderosos ni de los mitos y se atrevía a llamar a las cosas por su nombre. Fue un documental extraordinario, donde se explicaban las relaciones de las hermandades, sobre todo de la hermandad matriz de Almonte, con el golpe de estado del 18 de julio de 1936 y con el fusilamiento de líderes políticos de los partidos fieles a la república. También contaba el documental la manera en que recaudan dinero las hermandades y el entramado económico que es la romería del Rocío. Con todo lujo de detalles, incluido algún plano metafórico del señorito a caballo que avasalla a un currito a pié. Aquello fue demasiado para una sociedad donde la democracia estaba en pañales. El documental fue censurado por orden judicial, se le mutiló una escena y se ha hecho el silencio sobre su contenido. El autor fue condenado a dos años de cárcel y a una multa de 10 millones de pesetas de las de entonces. Eso es el Rocío, que no se llamen a engaño los partidos de la izquierda.
Un saludo.
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