El Pleno del Tribunal Constitucional acaba de pronunciarse sobre la sentencia del Supremo que impedía que la coalición electoral Bildu se presentara a las próximas elecciones del próximo 22 de mayo. Los 11 magistrados han permanecido más de 3 horas reunidos hasta que han llegado a la conclusión de que no debe haber impedimento para que dicha coalición electoral presente todas sus candidaturas. La votación arrojó 6 votos a favor y 5 en contra.
La alegría en las calles de Bilbo, Donosti, Gasteiz, Hernani, Usúrbil, Hondarribia, Iruña y decenas de localidades del País Vasco y Nafarroa es inmensa, ya que hay miles de personas a estas horas de la noche/madrugada que aguardaban el resultado de la deliberación.
El Pleno del Tribunal Constitucional acaba de pronunciarse sobre la sentencia del Supremo que impedía que la coalición electoral Bildu se presentara a las próximas elecciones del próximo 22 de mayo. Los 11 magistrados han permanecido más de 3 horas reunidos hasta que han llegado a la conclusión de que no debe haber impedimento para que dicha coalición electoral presente todas sus candidaturas. La votación arrojó 6 votos a favor y 5 en contra.
La alegría en las calles de Bilbo, Donosti, Gasteiz, Hernani, Usúrbil, Hondarribia, Iruña y decenas de localidades del País Vasco y Nafarroa es inmensa, ya que hay miles de personas a estas horas de la noche/madrugada que aguardaban el resultado de la deliberación.
El 11 de febrero escribía sobre Sortu, antes de su ilícita ilegalización, al tiempo que acusaba a Rubalcaba de estar pariendo una comedia llamada “La Batalla contra PP”, con argumentos que hoy aplico a Bildu, sin que cambie en absoluto mi teoría acerca de la insana hipocresía del PSOE, así como su cobardía a la hora de callar al PP en su franquismo más casposo, que es el mismo del Rey, visitando junto al genocida Aznar a un dictador tan asesino como ese Mohamed VI, sonrientes y felices mientras cientos de miles de marroquíes han ido dejándose la vida en el Mediterráneo huyendo de aquel régimen, que por cierto jamás han condenado los “artistas e intelectuales” de la Zeja.
Hay una obra clandestina que se llama “La batalla contra PePe”, cuyos actores principales son el propio Rubalcaba, teniendo como comparsas a Antonio Camacho (aquel que negaba la tortura, pidiendo a un periodista australiano que apagara la cámara con la que grababa), amén del resto de expertos en recortes, que cobran un buen salario en el ministerio, teniendo además acceso a los fondos reservados.
En el escenario, Don Alfredo, con ademán muy digno en su rol de cántabro de Solares, aire de Manolito Gafotas pero sin lentes, gesticula, parlotea, cacarea y bufa sobre el partido a legalizar. Decenas de mercenarios del periodismo (desde RTVE a la COPE), actuando como claqué involuntaria, tratan de someter al ministro a un interrogatorio presuntamente inteligente. El regidor de la obra indica a Don Alfredo que mueva la mano en ademán tranquilizador, colocándose políticamente a la altura del PePe, alegando que Bildu va a sufrir en el parto más que la Santísima Virgen cuando le explicaba a San José su embarazo. Mas el ministro, que es un cuco, oculta un plan tan complicado como el Laberinto de Creta.
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