Cuando
nos lamentábamos de que después del 2010 se acababan las grandes
efemérides a recordar por el Memorial y el Tripartit. Ya se vaticinaba
una posible victoria de CIU y una sombra negra se cernía sobre el
Memorial.
Todos recordamos cuando CIU en el nacimiento de la ley del Memorial, con la promesa de votar a favor, endosó sus enmiendas para descafeinarla para luego abstenerse, en una clara seña de identidad de su ruindad y cobardía política.
Son como los matones del colegio que se atreven a robarle el bocadillo a los más pequeños y a los más débiles mientras le bailan el agua a los más poderosos, son sólo segundones y oportunistas en la política estatal. Todos aquellos que se lamentaban de no tener un Memorial en su territorio podrán comprobar su utilidad y ver que si a la carcasa no le acompaña un sólido interior te viene el de la reforma y sólo tenemos un castillo de naipes al albur de los vientos que soplen. Ahora arrecian fuertes por la derecha, por eso se tambalea y amenaza caída y desintegración, pues si vaciamos de contenido este proyecto, sobre el que se tenía que trabajar por el camino de la verdad, la justicia y la reparación, es un arma que se vuelve nuevamente contra las víctimas, todo lo democrática como inmoralmente que quieras.
Todos recordamos cuando CIU en el nacimiento de la ley del Memorial, con la promesa de votar a favor, endosó sus enmiendas para descafeinarla para luego abstenerse, en una clara seña de identidad de su ruindad y cobardía política.
Son como los matones del colegio que se atreven a robarle el bocadillo a los más pequeños y a los más débiles mientras le bailan el agua a los más poderosos, son sólo segundones y oportunistas en la política estatal. Todos aquellos que se lamentaban de no tener un Memorial en su territorio podrán comprobar su utilidad y ver que si a la carcasa no le acompaña un sólido interior te viene el de la reforma y sólo tenemos un castillo de naipes al albur de los vientos que soplen. Ahora arrecian fuertes por la derecha, por eso se tambalea y amenaza caída y desintegración, pues si vaciamos de contenido este proyecto, sobre el que se tenía que trabajar por el camino de la verdad, la justicia y la reparación, es un arma que se vuelve nuevamente contra las víctimas, todo lo democrática como inmoralmente que quieras.
No
era perfecto, era insuficiente, tibio, contemporizador con quien no
quería bien a la Memoria y excluyente con quien era más exigente,
clientelista e impermeable a la crítica constructiva, pero al menos no
era tan contraproducente como lo será en breve. No atajó la cuestiones
reivindicativas por el camino de los derechos humanos, se desentendió de
la verdad, la justicia y la reparación más allá de homenajes, de la
anulación de los juicios del franquismo aceptando el certificado de
buena conducta para el que fuera President de la Generalitat en un
teatrillo institucional bochornoso. Pero ahora se liquida, porque esto
no son rebajas sino liquidación por cierre de puertas adentro de la
Memoria, de cara a la corrección política en el exterior seguiremos
gozando de un instrumento que no tendrá motivos para ser envidiado.
Sí,
tengo memoria, y hemos sido muy críticos algunos y no me gustaría que
me llamaran incoherente por defender el Memorial ahora. Defiendo un
Memorial que responda a nuestras justas demandas, pero en la actual
coyuntura nos encontramos con una tijera muy grande, un falso espíritu
cristiano con su ras de injusticia y una cínica visión de la historia
que se convierten en un peso opresor que no nos va a dejar respirar. Con
el Memorial que plantea el Govern lo que pretenden es que explotemos de
indignación.
Llegaron
los señores de Convergència al Govern, con su Unió, cargada de fusiles
de católicos rencores a poner una vicepresidenta sin el título del que
presumía, la señora Joana Ortega, toreándonos con la muletilla de la
socorrida transición (chollo que debería caer en desuso a partir de la
reforma de la hasta ahora intocable constitución monárquica, si vamos a
ser coherentes). Ahora estamos en el triste capítulo de mofa, befa,
escarnio… en la tormenta de ofensas que nos mande este “Govern dels
millors”. Primero fue el cierre del céntrico edificio del que disponía
el Memorial, por nuestra seguridad, dicen, debido a las deficiencias que
acumulaba, más o menos la de muchos otros edificios que albergan
espacios públicos dependientes de la Generalitat, no digamos centros de
enseñanza y barracones que hacen de escuelas. Nos prometieron una nueva y
mejor ubicación, buena, bonita y barata y este verano al amparo de
agosto, mes prolífico en puñaladas traperas a la democracia y a nuestros
derechos, anuncia que nos manda a todos al Castell de Montjuïc.
Quien
haya visitado la ciudad puede pensar que este castillo es un bonito
enclave con hermosas vistas a la urbe y al mar, pero quien habite en
ella dirá que está mal comunicado, tiene un difícil acceso y llegada la
noche, cosa que en invierno sucede pronto, un sitio poco aconsejable. En
temporada turística, o sea, casi todo el año, en una Barcelona que ha
dado la espalda a sus habitantes para abrazar a urgentes y festivaleros
visitantes, puedes tener la sensación de ser una atracción turística
más, con panorámicas vistas flanqueadas por cañones. La memoria
democrática se podrá confundir con un museo de la guerra en una
fortaleza militar, dependiente de defensa hasta 2008 y ahora del
Ajuntament, que también es de CIU, todo queda en casa. Así perversa y
subliminalmente circunscriben la memoria de antifascistas y republicanos
asesinados hasta después de los últimos estertores de Franco a 3 años,
1936-1939. Eso es lo que ellos pretenden para seguir con su asqueante
discurso de que en una guerra todos matan, como dijo Duran i Lleida
todos la hicieron de todos los colores. Con un matiz sin importancia
¿no, señor Duran? Unos eran unos fascistas con uniformes, sotanas,
tocas, trajes de alta sastrería o mantillas, y otros defensores de la
legalidad republicana. Unos con el mandato de exterminar a todo lo que
oliera a rojo aunque contara con meses de vida y otros se defendían de
un ataque como el que representa un golpe de estado sangriento. Nos
duele la boca de decirlo. Pero no fue una guerra, fue un exterminio de
lo democrático durante cuatro décadas que aún pesa sobre nuestras vidas y
cada día esta más vivo. Vivimos en el déficit democrático que nos legó
el franquismo y lo que viene este 20-N.
El
cinismo de Ortega es tan alarmante como su falta de decencia al
decirnos, como un aliciente más, que en la nueva ubicación del Memorial
fue fusilado Companys y Ferrer i Guàrdia. Vaya, vaya, cuanto honor, lo
dice como si así estuviéramos más acompañados por sus espíritus, debe
ser por su formación opusiana. Si convirtieran todo el castillo en un
memorial como Mauthausen, donde se pudiera honrar a las víctimas y
denunciar a los verdugos mostrando sus caras sería diferente, pero quizá
algún rostro represor le fuera próximo. Desde este castillo se
bombardeaba la ciudad cuando sus díscolos habitantes clamaban justicia,
quizá para congraciar la fortaleza con la población el primer proyecto
era hacer un espacio por la paz en sus instalaciones. Por sus tétricas
celdas pasaron incontables luchadoras y luchadores por los derechos de
los trabajadoras y trabajadores desde el inicio de las luchas
sindicales, muchos libertarios, como Teresa Claramunt a la que le
dijeron antes de ser conducida allí en 1896, tal como ella dejó escrito:
-
¡Qué! ¿Son Vds. de las que suben a Montjuich ? ¡Virgen santa! dijo con
pena la anciana ¡si supierais como les martirizan! Mi hija tiene
relaciones con un militar que está en el castillo, y se halla ahora
enfermo por haber presenciado los martirios que se hacen con unos
hombres que están a disposición de la guardia civil.
Debe
pensar Ortega que estaremos más contentos por estar más cerca de
nuestros muertos, torturados y asesinados, en esa línea de pensamiento
lo propio sería montar una carpa en el Fossar de la Pedrera, también en
Montjuïc, junto a los miles de fusilados que allí se desesperan. Pero
puede ser que le resultara un tanto incómodo tener que ir a inaugurar
algún acto del Memorial junto a tanto antifascista.
Tambien
dice Ortega que ya está bien de contar la historia de una manera
partidista y sin rigor, como ella interpreta ha estado haciendo hasta
ahora el Memorial. Quizá no se hizo una exposición sobre los curas y
monjas caídos por Dios, cuyo martirio ha martilleado nuestros oídos
hasta fecha de hoy, glorificados hasta en los altares, pero es que
tuvieron una exposición permanente durante 40 años de dictadura y la
larga propina de la transición en muros y calles de todo el estado.
Además, el señor Joan Saura en un mismo día fue a poner flores a una
fosa de republicanos y más tarde a una de curas. No me gustaría pecar de
falta de caridad pero los miembros de la Iglesia no solían ser muy
demócratas y quienes lo fueron probaron también la represión fascista.
Avanzábamos
muy poco pero ahora nos obligan a caminar hacia atrás a empujones y de
malos modos. Era humillante tener que pedir justicia a gritos a las
siglas que en otros tiempos fueron defendidas con dignidad por mujeres y
hombres que sufrieron lo indecible, algunos de los cuales ni tan
siquiera sabemos hoy en día donde se encuentran. Ahora a la humillación
se le suma la triste realidad de la salida en tromba de las cavernas de
la extrema derecha reaccionaria, el fascismo neoliberal con traje de
demócrata para defender a ultranza la Memoria que nos contó el
franquismo. Quieren que volvamos a las catacumbas del olvido, ellos
orgullosos y nosotros abochornados ante la pasividad de una sociedad que
no entiende la importancia de recuperar la memoria democrática, quizá
porque tampoco hemos sabido llegar a ella, ahogada en múltiples y graves
problemas y mayoritariamente pasiva, anestesiada por la televisión.
No
podemos tirar la toalla si queremos mirarnos cada día en el espejo sin
avergonzarnos, porque cuando observamos nuestros ojos en el cristal son
muchas las miradas que se reflejan en él, la de aquellos que con sus
vidas y sus ejemplos dejaron en nosotros el poso con el que hemos
construido nuestros valores. Y justamente estos son los que nos impiden
cejar en nuestro empeño de luchar por ellos para salvarnos a nosotros
mismos y dejar un legado de decencia democrática a los que vendrán.
Porque su lucha está vigente y sigue siendo la nuestra.
http://lqs-loquesomos.blogspot.com/2011/09/el-govern-de-ciu-desmantela-el-memorial.html