VAYA FUTURO PRESIDENTE, PAISANOS... UF...

Mariano Rajoy, máximo representante del neo franquismo hispano, interrumpió de forma escandalosa el partido de dobles entre los equipos de España y Francia, cuando el resultado era favorable a la pareja gala (como así continuó hasta la finalización del match), al acceder a los asientos reservados a las autoridades (el alcalde de la villa que fuera bastión comunista es hoy del PP) como si acudiera a un acto en plena campaña electoral, entre decenas de amigos, agentes de seguridad y guardaespaldas, violando las más elementales reglas de la deportividad, la educación, la discreción y el respeto a un deporte que exige silencio en algunos momentos.

La llegada del Boss Pepero al coso taurino, con ínfulas de Jefe de estado, motivó la interrupción del juego durante un par de minutos, cuando los fans del colectivo ultraconservador (que ya estaban advertidos de la llegada de su líder) comenzaron a prorrumpir en ovaciones y aplausos, gritos de apoyo y vocerío generalizado.

La cara de los jugadores franceses, que no entendían cómo cientos de personas dejaban de ocuparse del tenis para aplaudir a alguien en el tendido (el partido se celebraba en la Plaza de Toros, dado que Córdoba carece de un complejo deportivo para un torneo de estas características), era un poema, con miradas cruzadas entre ambos tenistas y gestos de sorpresa, ajenos a que cualquier evento deportivo es utilizado como arma política en esta España de tortura y pandereta.

El espectáculo fue deplorable, con un Mariano sonriendo a sus peperos sin dar importancia a la lamentable falta de tacto y mesura que debe mantener un ciudadano, aunque ocupe un alto cargo, cuando acude a un acto que exige dosis de circunspección y compostura.

Aún peor fueron los silencios sobre el tema que los comentaristas de RTVE, conscientes de que si hubiesen recriminado la actitud del político popular, su trabajo terminaría al día siguiente.

Los despachos del ente que hoy detentan ejecutivos de la empresa mediática Prisa, son escenario en el que decenas de avispados ninis de familias ricas e influyentes, estudian sus contratos, blindados ya con cantidades exorbitantes e indemnizaciones millonarias, dados los cambios que se avecinan en todas las áreas de la programación, incluyendo el organigrama, para cuando aterricen las huestes del PP tras el 20 de Noviembre.

Otros están ya frotándose las manos, mientras productoras, presentadores, locutores y periodistas de variado pelaje, buscan en sus agendas algunas amistades que pudieran mantener una buena relación con los mandos el partido ultraderechista.

El lamentable espectáculo de muchos de los presentes en ese partido de la Copa Davis celebrado en Córdoba, es un mero ejemplo de lo que nos aguarda en el futuro inmediato.

Si el PSOE ya puso la guinda en la “españolada y olé” en que  convirtió el Mundial de Sudáfrica, el PP continuará utilizando el deporte (que se supone une a los pueblos) con la habitual pátina de vulgaridad e incultura, para que las gargantas se rompan “patrióticamente”, mostrando el tremendo complejo de inferioridad de este Imperio borbónico donde no se ponía el sol.

Rajoy comienza así su campaña electoral. Con el aire de un monarca coronado que puede entrar donde quiera, a la hora que le dé la gana, aunque interrumpa la final de una copa Davis. Y Rubalcaba sabe que no tiene la menor posibilidad de superar las expectativas del PSOE, cada vez más hundido en sus propias aguas fecales.

Y la ciudadanía no ha de olvidar que debemos impedir la mayoría absoluta de los neo franquistas. Hay más opciones que el socialismo barato.

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