Por A.I. -Redacción Canarias Semanal
Rescate de un niño entre los escombros de un edificio en Lorca
El 11 de mayo del pasado 2011 más de 8000 personas perdieron sus viviendas en la localidad murciana de Lorca a causa de dos terremotos. La mayoría de estos damnificados han recibido el dinero estipulado en los seguros, pero no todos han tenido tanta "suerte".
Aquellas víctimas que tenían créditos hipotecarios llevan meses sin poder acceder a un solo euro de las indemnizaciones a las que tienen derecho. Los bancos y las cajas de ahorro retienen ese dinero como "garantía de los préstamos" . Cientos de familias sin hogar y sin dinero apenas logran sobrevivir a consecuencia de esta práctica abusiva.
Juan Pérez Gazque es una de las víctimas del terremoto y la usura bancaria. El Consorcio de Compensación de Seguros le ingresó 76.647 euros de indemnización el 31 de agosto, pero no ha visto aún ni un céntimo. “Mi banco, Catalunya Caixa, no me deja tocarlo, pero si me retraso un día en pagar la hipoteca de la casa derruida, me avisan del recargo. Ellos tienen mis 76.700 euros desde hace siete meses y no me permiten ponerlo a plazo fijo para que me dé intereses que me ayuden a pagar el préstamo”, dice este lorquino de 28 años, padre de un bebé.
Juan recoge tomates en Águilas (Murcia) y su nómina ronda los 620 euros. Un dinero que debe destinar casi en su totalidad al pago de la hipoteca. Por ello, desde junio se ha visto obligado a vivir con su mujer y su hijo en casa de sus suegros. Sobreviven gracias a las ayudas de sus familias, a pesar de que tenía el piso asegurado por 143.365 euros.
“Los bancos han ido a por los colectivos más desprotegidos. Con el dinero de las indemnizaciones quieren liquidar las hipotecas de todos aquellos a los que hoy no darían un crédito”, denuncia el presidente de la Plataforma Lorca 11 de Mayo Juan Carlos Carrillo.
Aquellas víctimas que tenían créditos hipotecarios llevan meses sin poder acceder a un solo euro de las indemnizaciones a las que tienen derecho. Los bancos y las cajas de ahorro retienen ese dinero como "garantía de los préstamos" . Cientos de familias sin hogar y sin dinero apenas logran sobrevivir a consecuencia de esta práctica abusiva.
Juan Pérez Gazque es una de las víctimas del terremoto y la usura bancaria. El Consorcio de Compensación de Seguros le ingresó 76.647 euros de indemnización el 31 de agosto, pero no ha visto aún ni un céntimo. “Mi banco, Catalunya Caixa, no me deja tocarlo, pero si me retraso un día en pagar la hipoteca de la casa derruida, me avisan del recargo. Ellos tienen mis 76.700 euros desde hace siete meses y no me permiten ponerlo a plazo fijo para que me dé intereses que me ayuden a pagar el préstamo”, dice este lorquino de 28 años, padre de un bebé.
Juan recoge tomates en Águilas (Murcia) y su nómina ronda los 620 euros. Un dinero que debe destinar casi en su totalidad al pago de la hipoteca. Por ello, desde junio se ha visto obligado a vivir con su mujer y su hijo en casa de sus suegros. Sobreviven gracias a las ayudas de sus familias, a pesar de que tenía el piso asegurado por 143.365 euros.
“Los bancos han ido a por los colectivos más desprotegidos. Con el dinero de las indemnizaciones quieren liquidar las hipotecas de todos aquellos a los que hoy no darían un crédito”, denuncia el presidente de la Plataforma Lorca 11 de Mayo Juan Carlos Carrillo.
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