Ellos siguen a lo suyo. Vuelven a mentir. Ayer, el gobierno, decidió mirar a otro lado. Imponen su “realidad”, lo que ocurre de verdad no les interesa.
Para Rajoy y Cía fue un día normal. Normal que hubiera televisiones autonómicasque no funcionaron. Normal que el consumo de electricidad fuera el de un día festivo. Normal que la misma CEOE dijera que esta huelga ha tenido más impacto que la de septiembre de 2010. Normal que todas las calles estuvieran llenas de policías. Normal que haya habido manifestaciones en toda España como hacía tiempo que no se veían.
Todo es normal. En su mundo irreal, en su juego al monopoly, la realidad no es real. Ellos imponen la suya, que para eso son los que mandan y tienen los dados cargados.
Pero, tranquilos que eso es sólo aparente. Están nerviosos. Ayer actuaron como piquetes empresariales, desprestigiando la huelga y quitándole importancia. Es más, jugaron a la huelga a la japonesa, y mientras que algunos parlamentarios decidieron solidarizarse y no ir al hemiciclo –otros, que se dicen rojos, no se atrevieron--, ellos impusieron una agenda más apretada que nunca. Ayer era el día de mayor trabajo en el parlamento. Se aprobaron más leyes que en todo el mes.
Mientras que en un día normal, se ve la mitad, o más, de los escaños populares vacíos, ayer casi había overbooking. Tenían que demostrar que no había huelga y que ellos eran muy “trabajadores”. Que en todo caso, la huelga era de inferior impacto a la que se hizo a Zapatero. Esa era la consigna, pasara lo que pasara.
Acostumbrados a mentir, a decir que no se subirían los impuestos, que no se abarataría el despido, que han sido buenos los resultados de las elecciones andaluzas, ahora dicen que la huelga no ha tenido incidencia apenas y que en las manifestaciones había cuatro gatos.
Es lo que tiene la ceguera política y la mentira patológica. Pero que quede claro que esto no ha hecho más que empezar. Porque hoy saldrá a la luz el presupuesto y, con él, otras serie de recortes contra los que habrá que pelear.
Sería iluso pensar que esta huelga y estas manifestaciones podrían haber parado la reforma salvaje, pero ¡ojo! que esto no ha hecho más que empezar y puede ir in crescendo.
De momento no van a dar su brazo a torcer, pero me quedo con un matiz, que me parece importante. El día 28, todo el PP al unísono hablaba de que no moverían una coma de la reforma laboral, ayer mismo la ministra del paro (lo del empleo es una falacia) dijo que no tocarían “las partes troncales” de la reforma. ¿Cuáles son las que van a tocar? Y aunque parezca que no, eso es porque están heridos. Hay que seguir presionando, que no escapen.
Salud y República
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