El terrorista estadounidense Frank Wuterich (foto), se ha declarado culpable del asesinato de 24 iraquíes indefensos en el poblado de Hadita, acto que ejecutó después de que, en una acción de guerra, una bomba antipersonas matara a un compañero suyo e hiriera a otros dos.
Su declaración de culpabilidad, acordada con los fiscales militares, deja la sentencia en 3 meses de prisión y ni siquiera lo expulsan del ejército. Pierde su grado de sargento y recomienza su carrera militar como soldado de la infantería de marina. Así podrá seguir asesinando impunemente, pues para los “civilizados” occidentales, 8 vidas humanas de "seres inferiores” sólo valen un mes de supuesta prisión.
El día que despellejen a Frank en cualquier lugar del mundo (esperemos que suceda pronto), nadie llorará su muerte. Es un animal.
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