(O CÓMO UNA JOVEN PERIODISTA TIEMBLA ANTE LAS RESPUESTAS DE QUIEN FIRMA)
Ya nada puede sorprendernos. Que el capitalismo, utilizando armas supuestamente lícitas y/o legales, imponga su ley en aquellas naciones con riquezas naturales, con dos objetivos únicos, como son derrocar al tirano que ellos mantuvieron, amén de apoderarse de aquel patrimonio, con la connivencia de determinada izquierda, que primero azuza y jalea la rebeldía y luego condena la invasión extranjera (pero no la metodología empleada), es un hecho aceptado con la misma naturalidad e indiferencia con la que el pueblo español come, bebe, traga y digiere las aberrantes manipulaciones con la que se le informa de la realidad circundante.
Las mentiras de los medios (las perlas informativas que tan certeramente descubre y expone el colega Pascual Serrano en Rebelión) llegan a extremos que rozan el ridículo, si no fuera por el patetismo e impostura al que ha llegado quienes manejan los hilos de aquello que llamamos Falsimedia.
Habría mil ejemplos diarios sobre tales deformaciones y/o silencios, pero me ciño a la anécdota que supuso la mini entrevista que una periodista de la agencia EFE, me hizo en la Puerta del Sol madrileña, minutos antes de la lectura del manifiesto unitario, firmado por casi una treintena de colectivos políticos y ciudadanos. Tres sencillas preguntas acerca de la reivindicación republicana, que congregó al 14 de abril a más de 15.000 personas.
DE ESTAS COSAS NO SE INFORMA, OIGA
Ante mis respuestas, en las que incluía puntos concretos de dicho manifiesto, el rostro y expresión de la colega era, como se dice en lenguaje popular, un auténtico poema. Su mirada era de tal pasmo, su sonrisa tan nerviosa, que cuando bajó el micrófono, me miró en forma conmiserativa, alegando que no sabía si lo que yo había manifestado “pudiera ser emitido y/o escrito a través de su agencia”. Le pregunté:
- “¿Pero como profesional, a ti te parece que la censura que supones, no viola aquello que te han enseñado sobre la libertad de expresión?”
La respuesta fue mirar al suelo, girar la cabeza y musitando un buenas tardes y suerte, desaparecer del lugar con paso rápido.
Había comenzado a comprobar que el pensamiento único no es aceptado por miles de personas, cuya opinión se silencia, se oculta, en nombre de esa patraña llamada libertad. Espero que vaya tomando nota.
Menos mal que días antes, en Tele-K, tuve el placer de explayarme con el tema Cuba como epicentro de una grata conversación, junto al periodista Osvaldo Fraga, director del espacio La Cámara Lúcida, programa que debería emitirse sin problema alguno en cualquiera de las cadenas que dicen respetar y practicar la pluralidad informativa. Fue la otra y reconfortante cara de la moneda.
¿NO TIENES NADA QUE DECIR? No se publicarán mensajes ofensivos, a lo sumo, si el mensaje el publicado se eliminarán los insultos. En ese caso pondré un comentario explicativo. Si tardo mucho en ello es porque no he entrado en el blog en mucho tiempo.
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