La única posibilidad de no ser asesinado de un dirigente antiimperialista: RESISTIR.

 

Stalin sobrevivió al genocida Hitler porque el glorioso Ejército Rojo resistió y venció a la peste nazi. Ho Chi Minh sobrevivió al criminal imperialismo francés porque el Ejército Popular vietnamita dirigido por el camarada Vo Nguyen Giap lo derrotó en la batalla de Dien Bien Phu. Mao Zedong murió en su cama porque el Ejército de Voluntarios chinos dirigido por el inmortal camarada Peng Denhuai derrotó a los imperialistas gringos en el río Yalu. Fidel está gloriosamente vivo y sigue al servicio del pueblo cubano y la clase obrera del Mundo porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cubanas derrotaron la invasión de Bahía de Cochinos orquestada por la CIA. Kim Jong Il está vivo porque la República Democrática Popular de Corea  (RPDC) no ha retrocedido ni un centímetro, ha respondido fuertemente a cada provocación del imperialismo y sus lacayos sudcoreanos y fabrica armas nucleares para su defensa.

Gadafi hizo serias concesiones y el domingo estuvo a punto de ser asesinado.  Allende se negó a seguir el camino revolucionario y armar a las masas y fue asesinado.  Jaruzelsky y los comunistas polacos entregaron el poder a los trosko-fascistas en 1989 y hoy son arrastrados por los tribunales reaccionarios. Erich Honecker  confió en el traidor Gorbachov y sus quintacolumnistas en el Partido (PSUA-SED) y fue encarcelado y murió en el exilio. Milosevic hizo numerosas concesiones políticas y económicas al imperialismo y fue asesinado en una prisión holandesa. Saddam Hussein permitió a la Agencia de la energía nuclear copada por la CIA inspeccionar su país y terminó colgado por los lacayos del imperialismo.

Como dijo el Ché al imperialismo no hay que conceder "ni tantico así". Toda concesión, vacilación, ambigüedad y cobardía conduce directamente a la tumba.

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