Hace unos días escuché una noticia que me hizo reflexionar sobre esos que ahora revientan todas las encuestas y que van a devorar el mundo, pues tienen la receta maestra para acabar con todos los problemas.
La noticia en cuestión me recordó al funcionario de prisiones Ortega Lara que tras ser secuestrado por ETA durante casi un año y medio pasó a engrosar las listas del PP por Burgos en penúltimo lugar. A todas luces esta estrategia “popular” pretendía aprovechar la ola del secuestro para captar votos, pues no le querían a él, querían sus circunstancias, sino hubiera ido en los primeros puestos.
En este mismo sentido, a la gran lideresa popular madrileña se le ocurrió la magnífica idea de nombrar Presidente del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid al agredido Jesús Neira, una vez más aprovechando sus circunstancias para recaudar votos. Poco tiempo después este individuo fue cesado del cargo inventado por Espe por triplicar la tasa de alcoholemia, por lo que Neira fue condenado a una multa de 1.800 euros y diez meses sin carné de conducir. Antes de eso aprovechó para poner a caldo a las hijas del por ahora presidente del gobierno con unas “bonitas declaraciones”