Comenzó la guerra de las encuestas.

MI SONDEO PARTICULAR

La guerra de los sondeos, encuestas e interpretaciones varias acerca de los resultados que ofrecen las diferentes empresas consultoras (en manos del PPSOE), ha comenzado a generar comentarios de la más variada guisa.

Desde las más pelotilleras y voluntaristas, como la de Elena Valenciano declarando que “Rubalcaba saldrá fortalecido tras el 20-N” (se debe referir sin duda a que el cántabro hace gimnasia en estas semanas), a las más alarmistas del PP advirtiendo del enorme peligro que supone que “Amaiur podría ser la primera fuerza política de Euskadi“, para precisar maliciosamente que “el brazo de ETA no merece esa previsión” y terminar anunciando la victoria del partido franquista en territorio vasco, adjudicándose seis diputados al Parlamento.

Ello contrasta con el anunciado hundimiento del PSC en Catalunya y el ascenso de los derechistas de CyU, cuyo consejero de Interior demostró una notable capacidad para encarnar al mejor Fraga Iribarne de 1976, cuando los Mossos apalearon de forma brutal e injustificada a cientos de indignados en Barcelona.

AMAIUR ENTRARÁ CON FUERZA EN EL PARLAMENTO DE MADRID

Podríamos afirmar que algunos ciudadanos de aquella nación, se parecen enormemente a sus homólogos del PNV cuando la Ertzaina actuaba de forma franquista e intolerable en el desalojo de Kukutxka.

Lo más divertido, sin duda, es que al final de las lecturas de tales sondeos, los líderes coinciden, dependiendo del resultado obtenido, en una rotunda frase: “Las encuestas no son fiables“, pero tanto unos como otros las pagan sin rechistar; refiriéndome, claro está a los partidos mayoritarios.

Ni una palabra acerca de IU o sobre colectivos de izquierda progresista y comunista.

PROTOTIPO DE VOTANTE DEL PPSOE Y MILITANTE DE LA ZEJA

De lo que no cabe duda es que, exceptuando la irrupción de Amaiur en Euskadi, la campaña electoral a escala nacional será aburrida, repetitiva, insulsa, mendaz, con discursos repletos de promesas y ninguna certeza de que estas se cumplan, mientras dos personajes que encarnan la mediocridad política e intelectual más inimaginable de los últimos decenios, se disputan el voto de millones de incautos ciudadanos que se han convencido de que la alternancia en el poder es el síntoma más claro del triunfo de la “democracia”.

Es duro decirlo, pero votar al PPSOE es señal evidente de conformismo, cobardía, incultura voluntaria y, en el caso de los de la Zeja o Pesebreros de la Moncloa, la señal más evidente de su miseria moral, su entreguismo y confianza en el logro de un cheque al portador, que significará las actuaciones en festejos, contratos en medios de comunicación o sinecuras en organismos públicos y privados, como la de un tal Teddy Bautista, que encarna todo el descaro,  astucia y desprecio a la honestidad de quienes así obran. Puro felipismo.

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