En el Senado no importa la crisis. Habrá, para la próxima legislatura1000 nuevos ordenadores, 700 fijos y 300 portátiles. Nadie aclara que pasará con los viejos, si se los llevarán los antiguos senadores, los subastarán o los regalarán a colegios.Lo que se va a gastar es una cantidad de 895.000 euros. La verdad es que cuando se manejan esas cantidades astronómicas, por ejemplo las de las ayudas a los bancos, o las que necesita un país para reflotarlo o las ganancias de una multinacional, esta cantidad es el chocolate el loro.Pero el análisis no es así como creo que tiene que hacerse. El Senado, lo he escrito en infinidad de veces, no sirve para nada. No tiene poder decisorio y si decide algo contrario al Congreso, éste al final es quien tiene la última palabra. ¿Por qué gastar en algo inútil?Es más, voy más lejos. ¿Por qué tenemos que mantener una institución que no sirve y que nos cuesta al año muchos millones de euros? ¿Tiene sentido?El Senado nació como cámara territorial y es incapaz de actuar como tal. Ha de ser el Congreso quien siempre dé su última palabra. Por lo tanto, si no sirve no veo razón para que continúe. Hoy no es sino un “cementerio de elefantes” donde van a acabar viejas glorias políticas o donde se coloca a algunos que no han podido entrar en la Cámara importante. Es una especie de asilo muy bien pagado.La verdadera utilidad del Senado es la de retrasar las leyes que han de aprobarse. Una ley se aprueba en el Congreso, se pasa al Senado y otra vez vuelve al Congreso que decide definitivamente sobre su aprobación final. Por lo tanto, hoy es sólo un paso que complica y retrasa la aplicación de leyes y que no sirve sino para que doscientos y pico políticos vivan a cuerpo de rey, en plena crisis.¡Basta! O el Senado cambia su funcionamiento y se convierte en cámara territorial verdadera, o desaparece. Todo lo demás son concesiones a los grandes partidos que ven como mantienen a sus viejas glorias y a otros descolocados en un lugar donde sus prebendas les hacen vivir en una situación paradisiaca.Si estamos en crisis, si hay que ahorrar, que alguien explique porque mantenemos esta institución, que pasa desapercibida por su inanición e ineficacia.
Creo que ha llegado el momento de decir no al Senado, en estas circunstancias. Y de no alimentarlo más. Por lo que con plena conciencia he decidido votar en blanco al Senado, hasta que cumpla con su misión o lo quiten. Que no nos tomen el pelo. ¿Crisis para quién?Ya sé que muchos dirán que estoy haciendo demagogia. No lo creo. Lo que no podemos es mantenernos callados ante una institución de piedra y cartón donde se representa un teatro por malos actores sin que la obra sea divertida ni sirva para algo. El Senado lo único que aporta a nuestra democracia es gastos.¡Conmigo que no cuenten!
Salud y República