¿Terroristas en el #15M?

Por E. Fernández - Redacción Canarias Semanal

      A finales de la pasada semana informábamos, desde las páginas de esta misma revista digital, de una investigación abierta a raíz de la denuncia de varios abogados que el pasado 10 de febrero asistieron a nueve detenidos del 15M, tras una manifestación contra la reforma laboral en Madrid.  A través de sus letrados, los detenidos de este movimiento ciudadano denunciaron, entre otras cosas, que habían sido interrogados por agentes encapuchados.  

      

    Ahora, elSindicato Unificado de Policía - la principal organización sindical de la Policía Nacional - ha saltado a la palestra para defender, sin ningún tipo de complejos, este procedimiento propio de un Estado de sitio. Y la argumentación que utilizan para ello no tiene desperdicio.  En un comunicado, el SUP justifica los interrogatorios efectuados por policías encapuchados por los presuntos "contactos" de los detenidos "con el mundo abertzale".  "En dos o tres ocasiones - se expone en este comunicado- quienes han interrogado a personas detenidas en conflictos sociales, por suponer que pertenecían a grupos organizados relacionados con el mundo abertzale, y por contaminación con la práctica habitual frente a los terroristas, han usado una braga cubre-frío que llevaban alrededor del cuello para taparse la boca y la cara hasta la nariz". 

     

     El SUP reconoce, por tanto, que no es la primera vez que llevan a cabo tales prácticas contra detenidos relacionados con movimientos sociales, y se excusa por ello aludiendo al apoyo judicial que estas prácticas han recibido en el pasado.  "Como quiera que la primera vez, (el pasado año) se produjo una denuncia que el juez no admitió a trámite y el fiscal señaló que no había infracción penal, no dieron al asunto mayor trascendencia y ahora lo han repetido", afirma en su comunicado el sindicato policial.

EL 15M: ¿UN MOVIMIENTO TERRORISTA?

    Según el Sindicato Unificado de Policía, los interrogatorios efectuados por agentes encapuchados los realizan miembros de "la lucha contra el terrorismo (de ETA e islamista) y ahora los de los grupos radicales y antisistemas" para no der reconocidos.  "Si los compañeros que actúan infiltrados o en el entorno de estos grupos radicales fueran identificados -reconocen - tendrían que ser relevados tras cada actuacion y eso sería demoledor, porque se tardan muchos meses en empezar a conocer su dinámica y a veces años en conseguir una adecuada infiltración".

    Calificando a los miembros del 15M como "radicales" y "antisistema" -con el sentido peyorativo que desde el poder se atribuye a ambos términos - el SUP justifica así que los interrogatorios se sigan realizando de esta manera en adelante.

UNA LECCIÓN SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE CRIMINALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
 

     "De estos episodios de represión - asegura un miembro del 15M con años de experiencia previa en luchas sociales a Canarias Semanal - es importante aprender".  "Para los jóvenes implicados recientemente en política, que integran mayoritariamente este movimiento, el hecho de que la policía responda de esta forma a sus protestas pacíficas es muy difícil de comprender".  "Pero una experiencia como ésta -añade el activista - debería servirles para cuestionar lo que, a través de los medios de comunicación, les habían venido diciendo durante años sobre otros colectivos, criminalizados por su actividad de contestación social".  Para  - concluye- "les basta con extrapolar al resto del mundo lo que le ha sucedido a ellos, o a sus compañeros, simplemente por atreverse a defender sus legítimos derechos, enarbolando la bandera de la no violencia".

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