Hay suficiente literatura como para afirmar que estos tres sujetos llenos de sentido tienen en común muchas cosas.
En la actualidad se escriben ríos de tinta sobre las filtraciones de Julian Assange, un periodista y hacker australiano, de la misma Australia que el magnate del conglomerado de medios más influyente del mundo, News Corporation, Rupert Murdoch. Este último, un declarado sionista y defensor a ultranza de lo más conservador del Estado de Israel.
Las actuales filtraciones de Wikileaks, que podemos considerar filtraciones de filtraciones como muy bien observa Pascual Serrano, debido a la selección exclusiva de los medios para realizar su publicación (The Guardian, El País, Le Monde, The New York Times y Deir Spiegel) dejan a la diplomacia y a la política internacional en una situación de incomodidad y desconfianza mutua, pero ponen de manifiesto una connivencia que levanta no poca sospecha. Sobre una filtración de 250.000 documentos reservados, solo se han sacado las conclusiones de que EEUU espía al mundo entero... y no confía en ninguno. ¡Vaya noticia!
Sin caer en la mención de lo que opinan de Berlusconi, Sarkozy, Cristina Fernández, Zapatero (estas últimas dignas de la prensa rosa) se puede ver que se tocan temas que abarcan a muchos países en el escenario mundial actual de crisis. Ninguno de los cuales ve positivo todo este asunto. Menos uno.
Hace pocas horas el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, decía:
" Los documentos muestran que muchas fuentes apoyan la postura de Israel, particularmente en la cuestión de Irán" y luego aclaró que las filtraciones "no dañan a Israel".
La prensa israelí se hizo eco de los documentos y declaraciones en referencia a la "amenaza nuclear iraní" justificando y reafirmando la postura más beligerante del Estado de Israel y su gobierno actual.
Pero casualmente y al mismo tiempo que se manifestaba la repercusión mediática sobre las filtraciones, el primer ministro designaba al nuevo jefe del Mossad,Tamir Pardo, dejando claro que su objetivo primordial, cuyo anterior jefe no pudo resolver a pesar de los elogios recibidos sobre su gestión, debe ser Irán.
En esas horas, el propio Julian Assange decía del primer ministro israelí:
"No es un hombre ingenuo...es un político sofisticado"
"Cree que el resultado de esta publicación, que muestra el sentimiento privado en público, llevará a una especie de incremento en el proceso de paz de Medio Oriente y particularmente en relación a Irán"
En un reciente discurso en una cena con la ADL (Liga Antidifamación) el hombre más influyente de los medios del planeta, Rupert Murdoch, dijo:
"Vivimos en un mundo en el que hay una guerra continua contra los judíos. Durante las primeras décadas de la fundación de Israel, esa guerra fue de naturaleza convencional. El objetivo estaba claro: utilizar la fuerza militar para invadir Israel"
Demasiadas coincidencias.
Nos seguiremos preguntando, como se preguntaba a menudo Edgar Alan Poe: ¿A quién beneficia todo esto?
En un reciente discurso en una cena con la ADL (Liga Antidifamación) el hombre más influyente de los medios del planeta, Rupert Murdoch, dijo:
"Vivimos en un mundo en el que hay una guerra continua contra los judíos. Durante las primeras décadas de la fundación de Israel, esa guerra fue de naturaleza convencional. El objetivo estaba claro: utilizar la fuerza militar para invadir Israel"
Demasiadas coincidencias.
Nos seguiremos preguntando, como se preguntaba a menudo Edgar Alan Poe: ¿A quién beneficia todo esto?
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