Ecologistas en Acción repudia la visita del presidente de Colombia
Visita de Santos y saqueo
Colectivo Coliche/Ecologistas en Acción
El presidente colombiano Juan Manuel Santos comienza su primera visita oficial a España.
Con el descaro al que los mercaderes pretenden acostumbrarnos, este señor, antiguo ministro de defensa de su desalmado predecesor Uribe y claro continuista de su política de terror; se reunirá con “nuestro” rey, con “nuestro” presidente y con los presidentes de compañías como Repsol, CAF, Endesa, Cepsa, Sol Meliá, OHL, Iberia, FCC Construcciones o Ferrovial; puesto que no en vano, España es el segundo inversor en Colombia.
Sin embargo surgen preguntas de respuestas evidentes pero necesarias:
¿Conocen el Rey, Zapatero y los directivos de esas multinacionales que tan sólo en los tres primeros meses del año 2011, en Colombia 9 defensores(as) de derechos humanos han sido asesinados, 68 han sido amenazados y 4 fueron desaparecidos?
¿Conocen que casi un centenar de defensores(as) fueron agredidos entre enero y marzo de 2011?
¿Que en los barrios populares y en el campo se sigue amenazando, torturando, asesinando y desapareciendo a jóvenes, estudiantes, cantantes comprometidos, sindicalistas, maestros, campesinos, ambientalistas…?
¿Conocen que todo eso se da con el único fin de crear las condiciones ideales para el narcotráfico y las inversiones extranjeras que enriquecerán, además de a las multinacionales a la oligarquía colombiana?
¿Saben que, aunque sea la base de su propaganda, el saqueo de nuestras multinacionales en Colombia no nos sacará de la crisis a los trabajadores?
¿Saben que entre el Pueblo colombiano dejará, como es costumbre, un reguero de sangre y horror cuya responsabilidad será del gobierno indirectamente pero mayoritaria y directamente de militares y paramilitares?
Claro que lo saben. Muchas organizaciones se lo hacemos llegar todos los días. Incluso la ONU lo denuncia.
Y ¿Qué harán? ¿Intervenir en Colombia? No, no es preciso. Le invitarán a desayunar y harán lo posible por limpiar su imagen como vienen haciendo con todos los gobiernos violadores de Derechos Humanos de las últimas décadas en Colombia. Además, le seguiremos vendiendo armas.
Lo positivo es que ya no engañan a casi nadie y es fácil saber de qué lado está cada quien en la defensa de los Derechos Humanos.
Colectivo Coliche
Ecologistas en Acción repudia la visita del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos
Con ocasión de la primera visita oficial a Madrid del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Ecologistas en Acción exige al gobierno español que condene las desapariciones forzadas en Colombia.
Ecologistas en Acción ha enviado una carta al Presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, en la que insta al ejecutivo español a condenar las violaciones a los derechos humanos y, especialmente, las desapariciones forzadas en Colombia, así como a solicitar a las autoridades de ese país que garantice la protección de los activistas en defensa de los Derechos Humanos, organizaciones sociales y sindicales, así como la oposición política de izquierdas.
La organización ecologista recuerda que Juan Manuel Santos es responsable, por acción u omisión, de graves crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, cometidos durante su mandato como ministro de defensa y anteriores cargos de responsabilidad institucional. El actual presidente colombiano tiene que ser investigado ante tribunales nacionales e internacionales por su vinculación a los asesinatos extrajudiciales del Ejército colombiano conocidos como "falsos positivos". También deberá ser investigado por el bombardeo de un campamento de la organización guerrillera "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)" y posterior incursión militar en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, el día 1 de marzo de 2008, conocida como operación Fénix, en la que también fueron ejecutados varios civiles, entre ellos 4 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y por la que el presidente ecuatoriano Rafael Correa demandó al gobierno colombiano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Ecologistas en Acción denuncia además, que las masacres de los grupos paramilitares -o escuadrones de la muerte- aumentaron en Colombia un 40% en 2010, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Estos "grupos armados ilegales surgidos de la desmovilización de organizaciones paramilitares" -que son las mismas estructuras paramilitares y militares durante los mandatos del anterior presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez- son la principal amenaza a los derechos humanos en Colombia, como advirtió la ONU en su informe anual sobre derechos humanos en este país andino. Entre las víctimas de estos grupos hay líderes sociales, defensores de los derechos humanos y funcionarios públicos, además de indígenas, afrocolombianos y aquellos que simplemente se niegan a colaborar o solicitan la restitución de las tierras que les habían usurpado.
Ecologistas en Acción ha expresado su preocupación por la suerte de miles de desaparecidos, en especial de la activista ecologista Sandra Viviana Cuéllar, de 26 años, desaparecida el pasado 17 de febrero en Cali. La organización ambientalista recuerda que, según cifras oficiales, existen al menos 27.300 casos de desapariciones forzadas en Colombia, 1.130 de ellos en los últimos tres años, lo que lleva a concluir que cada día del año desaparece un activista, sindicalista o líder social, denuncia.
Ecologistas en Acción solicita al gobierno español que condene enérgicamente estos crímenes y que exija a Santos medidas inmediatas para proteger a los activistas, destituir los responsables militares y políticos, y combatir la impunidad. Se ha podido demostrar que los servicios de seguridad del Estado han participado en estos crímenes, cometiéndolos directamente o tolerando que los cometieran los grupos paramilitares.
"El ensordecedor silencio que Zapatero mantiene sobre la gravísima situación de derechos humanos en Colombia es criminal, detestable y contra toda ética", indica el portavoz de Ecologistas en Acción, Tom Kucharz.
Colombia sigue siendo el país más peligroso del mundo para la actividad sindical, el sindicalismo colombiano perdió 51 de sus integrantes el año pasado y otros cinco en lo que va de 2011, además de 25 amenazados y tres detenidos de manera arbitraria, según los registros de la Central Unitaria de Trabajadoras/es (CUT). Por todas estas razones, es absolutamente irresponsable el apoyo y la promoción a la ratificación del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Colombia-Perú por parte del Gobierno español. Ese acuerdo comercial agravaría -todavía más- la crisis humanitaria a causa del conflicto armado en Colombia, que sufren millones de civiles, según denuncia Ecologistas en Acción. "Es hora de que Europa ponga los valores éticos y los derechos humanos por encima de los intereses comerciales", concluyen.
Primer aniversario de Henry
El 11 de abril se cumple un año del asesinato del sindicalista colombiano HENRY RAMIREZ DAZA, quien estuvo refugiado en Gijón el año 2003 acogido por el Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la Violencia. A balazos, en la sala de su casa y delante de su familia le cobraron esa noche de domingo su lucha contra la corrupción en Ambalema, pueblo del que era concejal y del que aspiraba a ser alcalde. Días antes de ser asesinado Henry había denunciado que el Ministerio del Interior le quitaba el esquema de seguridad por considerar que su nivel de riesgo era bajo.
Con Henry fueron 52 los sindicalistas asesinados el año pasado en la democracia colombiana que continúa siendo un matadero de sindicalistas y de opositores sociales y políticos.
La campaña para acabar con la Central Unitaria de Trabajadores CUT y arrasar con la acción y con la libertad sindical se refleja en cerca de 3.000 sindicalistas asesinados, en miles de amenazados de muerte y perseguidos, hostigados, apresados ilegalmente, desplazados o desaparecidos con absoluta impunidad y con grave responsabilidad de la fuerza pública y de los grupos narco paramilitares, que siguen existiendo y delinquiendo en el país.
Hace un mes la VII Delegación Asturiana de Verificación de los Derechos Humanos visitó cuatro regiones de Colombia afectadas por el conflicto interno. En el sur del Tolima, en un pueblecito cafetero de la cordillera Central llamado La Marina, los sindicalistas campesinos de ASTRACATOL denunciaron ante la delegación asturiana las amenazas contra sus dirigentes y afiliados. Hace menos de una semana a 400 metros de una base militar asesinaron a dos de ellos: Héctor Orozco y Gildardo García.
A diario asesinan o persiguen a muerte a sindicalistas colombianos y eso no es noticia ni dispara alarmas en los consejos de seguridad internacionales. Dudo que pasara lo mismo si estos hechos ocurriesen en otros países. En cambio sí que recibe despliegue el discurso falso del gobierno colombiano que afirma que el país está en etapa de pos conflicto y que los derechos humanos mejoraron. Pretenden lavarse las manos para que los Estados Unidos y la Unión Europea, más interesados en los negocios que en los derechos humanos, firmen sin cargos de conciencia sendos tratados de libre comercio, como si allá no pasara nada, como si las pruebas de la matanza antisindical presentadas el año pasado en la 99 asamblea de la OIT, fuesen mentiras.
Hay miles de sindicalistas amenazados de muerte por defender el carácter público de la educación y de la sanidad, a otros los persiguen por exigir que se cumpla la ley laboral, a millares los matan por defender los territorios y la economía campesina. Sobre todo están matando a quienes se oponen al saqueo de las riquezas del país por las multinacionales. Hay un genocidio sindical en curso que los verdaderos poderes de este mundo no dejan ver.
Indignación sentimos ante tanta crueldad impune. Aunque diezmado por el terror y por la persecución, el movimiento sindical colombiano sigue luchando por el bienestar de las gentes y por la soberanía nacional. Algunos de estos sindicalistas acaban de llegar a Asturias a refugiarse temporalmente del terror para continuar su lucha por una Colombia en paz y con justicia social, como la soñaron Henry Ramírez y Luciano Romero, ambos sindicalistas acogidos por la solidaria Asturias, ambos asesinados.
Aunque el nuevo gobierno colombiano presidido por Juan Manuel Santos haya bajado el tono agresivo de su antecesor Alvaro Uribe Vélez y tenga una actitud más respetuosa con los sindicalistas y con los defensores de los derechos humanos, por ahora solo hay buenas palabras. Seguimos sin ver el fin del terror y de la impunidad que vienen diezmando al sindicalismo colombiano.
Colectivo de Colombianos/as Refugiados/as en Asturias “Luciano Romero Molina”.
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