Derechos Humanos: China responde a EE.UU.
Unir los conceptos música y militar, católico y práctica, poder y honestidad, vivienda y barata, es tan absurdo como mezclar Barak Obama con Nobel de la Paz o Estados Unidos con Derechos Humanos.
Los términos escritos en esos ejemplos son antitéticos, como se deduce de esta sencilla explicación: Si se pronuncia la palabra música y se le une militar, hablamos de casi un imposible, ya que el arte protegido por Euterpe choca frontalmente con lo que significa la segunda palabra, cuyo dios Marte no aprecia mucho a aquella musa; como igualmente lo comprobaríamos al preguntar a un católico si es practicante, cuando lo cierto es que las enseñanzas de aquel rabí llamado Yehoshua (en arameo y hebreo) chocan frontalmente con el comportamiento de la Iglesia católica y sus papas.
- MÚSICA Y MILITAR: TÉRMINOS ANTITÉTICOS
De la misma manera observaremos el sarcasmo que encierra que una potencia como USA acuse a China de incumplimiento en materia de derechos humanos, cuando los gobiernos de la primera de esas naciones ostenta el record Guinnes de acciones sangrientas: desde lanzar contra la población civil japonesa las primeras bombas atómicas, a las invasiones de Corea y Vietnam, donde mataron a más de dos millones de personas utilizando armamento prohibido por las leyes internacionales; por invadir Irak asesinado a un millón de ciudadanos inocentes, pasando por la negativa de su poder judicial para que un soldado o mercenario de su ejército sea juzgado en el exterior, aunque sea culpable de crímenes de guerra; por absolver a un terrorista como Luis Posada Carriles, confeso de la voladura de un avión de Cubana de Aviación, con el resultado de la muerte de 76 personas y llegar hasta el colmo de mantener bloqueada a una isla como Cuba, campeona en los más elementales y fundamentales derechos humanos.
Si hiciéramos una lista de las violaciones constantes de esos derechos en los democráticos USA (que no se lavan permitiendo manifestaciones en las que se demanda justicia), podríamos llenar la biblioteca Smithsonian.
Recomiendo un cortometraje, sin voz en off, sin subtítulo alguno, realizado tan solo con documentros gráficos, obra maestra del genio de la cinematografía cubana Santiago Álvarez, que resume la aplicación de eso derechos en el estricto campo del racismo, lacra enquistada en la sociedad americana que no se limpia con los elogios a Magic Johnson, Whitney Houston, Condolezza Rice o el mismo Barak Obama, al que en Florida asesinarían miles de personas si un día le abandonaran sus guardaespaldas. Matar presidentes es otro de los récord Guinnes del pueblo americano.
China, potencia que según el gobierno de USA es campeona en la conculcación de esos derechos, ha contestado como merece al ejecutivo de Obama.
Cuando leo la noticia, me pregunto: ¿Pero, oigame usted, con qué altura moral puede un líder del crimen y el genocidio, acusar de tal delito a un país, aunque en este se hayan perpetrado masacres e invasiones? Resultaría tan esperpéntico como si Juan Carlos de Borbón le pidiera cuentas al rey de Suecia sobre el dinero que recibe del presupuesto del estado; como si Farruquito echara en cara a un ciudadano ebrio, haber atropellado a un peatón, matarlo y negarse a prestarle auxilio. Por cierto, delitos por los que tan solo estuvo un año en la cárcel, en régimen abierto, cuando sabemos que si el condenado hubiera sido un ciudadano anónimo, la sentencia y cumplimiento de la misma no sería la misma que la aplicada al bailarín; como si a otro danzarín andaluz, Antonio Canales, en lugar de propinarle una paliza en el aeropuerto Kennedy de Nueva York, hubiera ocurrido en el José Martí de La Habana. Ningún compañero del artista osó protestar ante las autoridades yanquis de la agresión que protagonizó la policía americana; ningún actor o actriz escribió a la embajada USA para mostrar su protesta.
De haber ocurrido en Cuba (cosa imposible de todo punto, aunque llegue Moragas) las campanas de toda España hubieses repicado a muerto, los diarios y emisoras, con los de la Zeja al frente, exigirían la invasión del territorio. Coherencia y objetividad, como vemos.
Recomiendo este artículo a los amigos del blog, porque muestra una vez más la hipocresía y descaro de las autoridades del país más violento del planeta, de la nación más asesina del globo, acusando de crímenes a China. Río feliz tras la respuesta y manifiesto sin rubor alguno, que estoy totalmente de acuerdo con los términos de la contestación.
Al mundo lo han vuelto loco aquellos que primero quisieron robarnos las ilusiones, que nos hurtaron la libertad, que nos sisan las pensiones, que rebajan nuestros salarios, que nos venden fantasmas y objetos superfluos. Y que yo sepa, viven al otro lado del Atlántico, mientras sus apóstoles han ocupado Europa entera.
El Imperio se demorona. Hasta el FMI lo avisa, adviertiendo que hay que privatizar hasta la administración pública de los EEUU, para salvar a los ladrones. Pienso en lo que me voy a divertir…
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