Los homosexuales británicos pueden donar sangre, pero esta no se utiliza.
¿SANGRE GAY? NO, THANK YOU
Una de las medidas sanitarias que despertó mayor polémica en el Reino Unido, hace ya 30 años, es la que permitía a los homosexuales donar sangre. En años sucesivos, esa iniciativa fue recortada de forma paulatina, ya que cada enfermo que precisaba de una transfusión, tenía el derecho a conocer la procedencia del plasma que iban a inyectarle, incluida la preferencia y condición sexual del donante, lo que provocó innumerables rechazos y negativas en numerosos hospitales, que hubieron de renunciar a realizar ese tipo de técnicas con la sangre almacenada.
Hace unos días, el parlamento volvió a la carga tras las protestas y manifestaciones de las comunidades y asociaciones de transexuales, gays y lesbianas, que no daban crédito a las restricciones que el gobierno de James Cameron acaba de aprobar: Los homosexuales masculinos podrán donar sangre, siempre y cuando no hayan practicado sexo con otro hombre !! durante los últimos 10 años¡¡.
No se han hecho esperar las voces que claman por la derogación de la medida, que el ejecutivo británico, a través de las autoridades del Departamento de Salud Pública, defiende con estas palabras: “Comprendemos que se trata de una fórmula que puede parecer como injusta y discriminatoria, pero debemos proteger a la ciudadanía contra el contagio de enfermedades habituales entre la comunidad gay”
Portavoces de varias instituciones hospitalarias, públicas y privadas, han salido al paso de ciertos rumores, en los que se aseguraba que la medida fue adoptada, tras comprobar que algunos pacientes desarrollaron el síndrome de inmunodeficiencia, luego de haber recibido una transfusión de sangre.
Espero que las protestas solidarias de las asociaciones españolas se hagan oir, porque de lo contrario algunos lectores podrían imaginar que la solidaridad no es precisamente lo que reluce en ¿COLEGAS, por ejemplo? Ya sabemos que sus reivindicaciones se publican en el caso de que tales medidas restrictivas fueran adoptadas en un país en el que el gobierno fuera socialista, revolucionario o progresista. Cuando quien manda es la derecha, COLEGAS prefiere el silencio. Una pena.
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