Pasaban por allí. Después de escuchar a los sujetos que comparecen en el Congreso, Bankia ha sido víctima de las circunstancias, de un accidente, de algo ajeno a este mundo. Probablemente un Bankia-moto. Nadie tiene responsabilidad en el desaguisado que nos va a costar 23.400 millones de euros.
Ya lo hizo MAFO, quien no admitió ni un ápice de responsabilidad en el control de la entidad financiera y se dedicó a poner a parir al gobierno actual, y a los anteriores. Y lo de hoy ha sido de órdago. Primero Fernández Gayoso y después el máximo responsable durante la última etapa de Bankia, y –incomprensiblemente— el todavía presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, han echado balones fuera, cobraban sueldos millonarios, pero parece que era lo único que hacían allí. El primero dice que no tenía poder ejecutivo, y el segundo nos ha querido tomar el pelo.
Porque Rodrigo Rato dice que él ha actuado correctamente y ha echado la culpa a la situación económica, al gobierno anterior del PSOE, al Banco de España, a la auditora Deloitte, a la prima de riesgo, al actual ministro de Guindos y al gobierno de Rajoy. Total, él pasaba por allí y el pobre cayó en una trampa. Le obligaron a ser presidente de Caja Madrid, le obligaron a hacer la fusión con las otras cajas por un miserable sueldo de 1,2 millones de euros anuales, después a salir a bolsa y, luego, como no le comprendían, dice que se marcho. ¡Ay, pena, penita, pena de hombre! Sufriendo por todos, tratando de que Bankia saliera adelante y encima se lo pagan así.
Aquí le tienen ustedes, feliz porque le obligaron a que Bankia saliera a bolsa por el bien de España (eso ha declarado hoy en el Congreso)
Al fin y al cabo, gracias a él, el gobierno tiene que dar a Bankia 23.400 millones de euros, gracias a esa fusión fallida, la prima de riesgo ha subido hasta donde está y gracias a su gestión, Bankia hoy es un banco ‘perfecto’, aunque algunos antipatriotas no lo entiendan. ¿Hay quien dé más por menos? Gracias, Rodrigo, por todo su sacrificio.
Estoy pensando en que debemos hacer una colecta para que este pobre hombre que tanto ha dado a España –entre otras cosas: la burbuja inmobiliaria— no tenga que malvivir el resto de sus días. Recordemos que los desagradecidos le han quitado la indemnización que tenía asignada y que hoy no sabemos de qué vive (¡Ah sí!, se me olvidaba que sigue siendo presidente de Caja Madrid y que es multimillonario).
Así es como este país llamado España, paga a su gente. Hoy, otro Rodrigo cuya gesta iguala, por lo menos, a la del primer Rodrigo, el de Vivar, ha vuelto a dar una lección de dignidad. Un hombre que pasaba por allí, que sólo tocó la campana cuando Bankia salió a bolsa –naturalmente, obligado por el banco de España y el gobierno de Zapatero—, y resulta que se le quiere empapelar. No hay justicia para los grandes hombres. Este país siempre se ha comportado mal con sus héroes.
Pero llegará un día en que la historia hará justicia con Rodrigo Rato, lo que pasa es que será tarde para meterle en la cárcel. Aunque todavía hay tiempo de reconocerle su trabajo y sus méritos, Rajoy debería nombrarle Vicepresidente económico del gobierno, sería un ‘acierto’ más de Mariano, que así despejaría la mínima duda y aceleraría el rescate.
En fin, una tomadura de pelo. Nadie ha hundido a Bankia. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Es lo que tienen estas comparecencias que el PP ha montado para evitar una comisión de investigación. Y es que los comparecientes dicen y contestan lo que quieren, sin que haya posibilidad de ir más allá. Sólo queda esperar, que esta vez sí, la Justicia cumpla con su deber y a estos mangantes los meta en vereda. Aunque tengo serías dudas, después de ver cómo actúa con los magnates poderosos.
Salud y República
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