Por ese mundo peculiar, el de la Casa Real, también ocurren cosas. Y ahí tienen ustedes a Juancar viajando a Moscú. Haciendo un sacrificio por todos nosotros, sus súbditos españoles. Ya saben, él, tan campechano, tan trabajador y tan suyo, a pesar de que tenía que estar de baja, está currando y se ha marchado a hacer las américas a Rusia. ¡Todo por la patria!
Mientras tanto, hemos sabido que su ‘pobre yerno’, ese al que han pillado con las manos en la mesa, no se queda en paro. Para eso están los amiguetes. Aún a sabiendas de que está imputadísimo, Telefónica, en un ataque de patriotismo real,le ha confirmado su puesto de trabajo en USA por la penosa cantidad de 1,5 millones anuales. Y es que un tipo como Urdangarín es siempre una persona aconsejable. Podría aconsejar sobre cómo desviar dinero a algún paraíso fiscal, por ejemplo a Luxemburgo.
Por cierto que se ha demostrado que la infanta, probablemente sin enterarse la pobre, tenía una cuenta con 12.671 euros provenientes del Instituto Noos. Ya saben, ese que servía para llenar los bolsillos a su marido. Pero, eso sí, la pobre no lo sabía. Debe ser por eso por lo que no la han imputado. ¡No hay motivos!
Y todo esto después de que el mismo rey y su hijito, el principito, en otro acto ejemplar, en otro alarde de solidaridad y altruismo se han bajado el sueldo un 7%. Esos miserables sueldos, propios de un trabajador cualquiera, han quedado reducidos al mínimo indispensable para un monarca y su sucesor. Los pobres tendrán que hacer grandes esfuerzos para llegar a fin de mes, porque sus míseros estipendios han quedado reducidos a 271,841 y 134.920 euros respectivamente.
Claro que mientras las cuentas reales sigan en la penumbra, y no se sepa exactamente lo que nos cuesta esta Monarquía, es fácil quitar de aquí y poner de allá. O que te inviten a una cacería, o que te regalen un yate.
Por cierto, me gustaría saber que opina Juancar sobre lo que ha dicho su amigo el ministro Morenés del presidente venezolano: Hugo Chávez. Aquel del “¿por qué no te callas? resulta ser, según este gobierno, un gran amigo de España.
Así es que, ya lo saben ustedes, el monarca –el mismo que se prestó a presidir el consejo de ministros más perjudicial para los ciudadanos—, su hijo y toda la familia vive por y para nosotros. Sacrificio va y sacrificio viene, mientras nosotros, mortales desagradecidos hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y arruinando a este país. Menos mal que ellos siempre estarán allí, guardándonos las espaldas, y sufriendo y trabajando por su pueblo, por nosotros los miserables despilfarradores.
Salud y República
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