Dijeron que no, y subieron el IVA. Decir que no para este gobierno es anunciar lo que van a hacer. Y lo han hecho desde la más absoluta impunidad, desde las mentiras más descaradas. Después de criticar al gobierno anterior, después de que la lideresa madrileña montara una campaña de rebelión, después de que la hiena del PP –riendo como siempre que da malas noticias— negara la mayor.
Y no es una subida sólo económica. También tiene –como ocurre con todas las medidas que toman estos peperos— carácter ideológico. La discriminación que han hecho a los productos al aplicarles el IVA dice mucho de esta caterva.
Por ejemplo, resulta que aquel que se escandalizaba porque la subida del IVA afectaba a los chuches, el mismo que decía preocuparse por los niños, ahora, sin pudor, sube el IVA de los artículos de apoyo escolar –y nada más y nada menos que pasa del 4% al 21%-- como cuadernos u otros objetos de material escolar. Como se puede ver, otra piedra en el camino para hacer cada vez más clasista el acceso a la educación.
También sube el IVA los pañales (del 8 al 21%). Esto deja claro lo que les importa, a estos muchachos peperos, los niños. Quien quiera hijos que tenga para pañales. Los pañales de celulosa son un lujo, hay que volver a aquellos pañales de tela y a lavar más. Y las compresas ídem de lienzo.
Por cierto también sube el IVA de las gafas y las lentillas (del 8 al 21%). Y es que para lo que hay que ‘Wert’, deben pensar que es mejor estar ciegos.
Y que decir de los espectáculos. Al cine y al teatro le suben también el IVA del 8 al 21%. Ya saben ustedes, esto responde no sólo a una cuestión ideológica –les importa un pito la cultura— también va dirigido a los de la ceja. Un nuevo grupo destinatario del “que se jodan” pepero: los traidores de la farándula. Es puro odio. Y es que no pueden perdonar haberse quedado sólo con los símbolos de toda la vida, sin recambio. Me refiero a Manolo Escobar, Raphael o Norma Duval. Y para ello no reparan en aplastar al cine y al teatro.
La cruda realidad de los espectáculos se completa con el tratamiento que le dan a la fiesta taurina. Mientras que el teatro y el cine, como hemos dicho, sube del 8% al 21%, el IVA de los toros se queda en el 10%. Otra tropelía ideológica de estos amantes de la tortura a los animales y que denota sus preferencias culturales.
Total que no sólo suben el IVA de casi todo, que también. Es que además del carácter recaudatorio, con esta medida discriminan de acuerdo a su forma de pensar. Están por darle la vuelta a todo. Y si les dejamos, pueden conseguirlo. Hay que luchar contra estos ventajistas tramposos, que hacen lo contrario de lo que prometieron y de su programa electoral. Hay que echarlos como sea, su poder no es legítimo.
Salud y República
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